Todos juntos
Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

lunes, 31 de marzo de 2014

CHARLA SOBRE EL ISLAM


El Islam y sus relaciones con 
las iglesias cristianas.

Organizado por la Delegación episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de Zaragoza, el lunes, día 7 de abril, a las 20'00 horas. en la sala B de la Casa de la Iglesia, Plaza de la Seo nº 6 de Zaragoza. D. Manuel Gómez de Valenzuela, embajador de España en diversos países, pronunciará una conferencia sobre "El Islam y sus relaciones con las iglesias cristianas".


El Sr. Gómez de Valenzuela es un gran conocedor de la situación que se vive en bastantes países islámicos, por lo que el contenido de su charla será de gran importancia para los cristianos, teniendo en cuenta que en varios lugares de Asia y África sufren los cristianos situaciones muy duras y difíciles por causa de sus convicciones religiosas.

Estamos todos invitados a la conferencia, haciéndolo extensiva a los amigos que estén interesados en este tema tan de actualidad.






ORGANIZA:
Delegación Episcopal de Ecumenismo.
Diócesis de Zaragoza



domingo, 30 de marzo de 2014

OREMOS:


Señor, tómanos desde 
donde estamos actualmente 
y condúcenos allá donde Tú 
quieres que vayamos. 
Haz que no seamos sólo los 
encargados de una herencia, 
sino las señales vivas 
de tu Reino que viene.
Enciéndenos la pasión por 
la justicia y la paz 
entre todos los pueblos.
Llénanos de fe, 
de esperanza y de amor 
que están en el corazón del 
Evangelio 
y haznos UNO 
en el poder del Espíritu 
Santo:
Que el mundo crea, 
que tu nombre sea 
santificado en todo el mundo, 
que tu iglesia pueda 
reconocerse efectivamente 
reunida en un único cuerpo.
Nos comprometemos a 
amarte, servirte y seguirte 
no como extranjeros 
unos con otros, 
sino como peregrinos. 
AMÉN

(Oración inagural de la ACTS-Acción conjunta de las Iglesias de Escocia, 1990)





viernes, 28 de marzo de 2014

Evangelizar en una sociedad tolerante


La llamada de Jesús a predicar el evangelio a toda criatura sigue vigente, aunque las circunstancias socioculturales han variado de forma sustancial con el paso de los siglos. En esta breve reflexión desearía contestar a la pregunta de si se puede llevar a cabo la misión que Jesús encomendó a sus discípulos sin faltar al principio de tolerancia que mantenemos hacia las ideas, las religiones, las personas…

Evangelizar tiene que ver con anunciar buenas noticias, lo que presupone que existe una necesidad universal para cada persona, a saber, un estado de carencia que requiere la salvación y que el apóstol Pablo recogió en sus escritos: “estabais sin Cristo…, sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Ef 2.12); “todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios(Rom 3.23). Seguramente no ha habido una sociedad más religiosa que la que había en tiempos de Jesús y, a la vez, sus dirigentes estaban muy lejos del Dios al que decían servir. En medio de esa sociedad religiosa, Jesús y los apóstoles proclamaron la buena noticia de salvación. Esto nos da a entender que la religión no ha sido el camino idóneo para encontrar la salvación que el evangelio nos insta a proclamar.

Cierto es que las sociedades antiguas se caracterizaban por la intolerancia, por la imposición de las ideas, por la exigencia de sujetarse a ciertas creencias, ritos y normas… La historia está llena de ejemplos de esta naturaleza y el miedo ha sido el instrumento que se ha usado para extender los credos en demasiadas ocasiones. Así, quien no se sometía a la ideología o doctrina, era víctima de la marginación, la persecución, la tortura o la muerte. Las sociedades modernas no se han escapado de esta realidad; sin embargo, el evangelio nada tiene que ver con la imposición y la coacción.

Jesús encomendó a sus discípulos la misión de hacer discípulos a todas las naciones (Mat 28.19) y los apóstoles, cuando se presentaron delante de los ancianos y escribas de Jerusalén, dijeron: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos(Hch 4.12). Se estaban dirigiendo a judíos, conocedores de la Toráh, especialistas de la religión y, sin embargo, les hablaron de exclusividad en el camino de salvación a través de Jesús de Nazaret.

Nosotros vivimos en pleno siglo XXI, en una sociedad tolerante y, siguiendo el mandato de Jesús, transmitimos a nuestros conciudadanos la buena noticia de salvación. Entonces, ¿cómo podemos hablar de tolerancia si decimos que solo hay salvación a través de Jesús de Nazaret y excluimos las creencias de otras confesiones? Regresemos a los inicios del cristianismo para intentar dar respuesta a esta cuestión.

La iglesia primitiva, a pesar de vivir en una sociedad religiosa intolerante, entendió que el camino para llegar a Dios no era la religión de Israel tergiversada por los dirigentes judíos; el camino era Jesús de Nazaret, el hijo de Dios, que se hizo humano para aclarar definitivamente cómo es Dios (Juan 1.18); por eso, Jesús se dedicó a proclamar un nuevo orden, una nueva sociedad, en la que tuvieran cabida todo tipo de personas, hombres y mujeres, bajo unos nuevos principios de igualdad, solidaridad, perdón, amor, justicia, misericordia… Es lo que el Nuevo Testamento llama el Reino de los cielos: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado(Mat 4.17).

Para entrar en el Reino de Dios es necesario el nuevo nacimiento (Juan 3.3,ss.), que tiene que ver con la obra del Espíritu de Dios en la persona que reconoce la necesidad que tiene del Salvador; al llegar a este punto, se entiende el requisito del arrepentimiento (cambio de pensamiento) y la conversión (reorientación de la voluntad humana hacia Dios), tal como el apóstol Pedro anuncia el día de Pentecostés: “Arrepentíos y bautizaros cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados… Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio(Hch 2.38; 3.19). En estos dos textos observamos que el efecto del arrepentimiento y la conversión es el perdón de pecados, tema clave en la religiosidad de Israel.

A partir de aquí, se accede a una nueva vida, la de la Comunidad de seguidores de Jesús, que intentará hacer visible el Reino de Dios y anunciar a toda criatura el mensaje de salvación a través de Jesús de Nazaret. Por eso, los apóstoles entendieron la muerte de Jesús no solamente como una consecuencia lógica de su mensaje, que hacía temblar las instituciones religiosas, sino como el cumplimiento de la ley del Antiguo Testamento para expiar el pecado y así, terminar con el ritual de sacrificios que había imperado hasta entonces y que había sustituido a la misericordia, tema que ya denunció el profeta Oseas: ”Misericordia quiero y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos(Oseas 6.6).

Así las cosas, parece que en una sociedad atea, agnóstica o religiosa, en pleno siglo XXI, el mensaje del Nuevo Testamento sigue siendo el mismo: 
1) Arrepentimiento y conversión para disfrutar de la salvación y la vida eterna a través de la fe en Jesús de Nazaret (Juan 3.15-16, 36; 5.24)
2) Acceso al Reino de los cielos configurando una Comunidad regida por los nuevos valores (Rom 14.17; Gál 5.19,ss.)
Estas dos líneas no se pueden separar; es más, en el Nuevo Testamento se llegan a identificar (Mat 4.17; 10.7; Mc 1.15; Hch 20.25,ss.) porque no se puede predicar el evangelio de salvación (arrepentimiento, conversión) sin acceder al Reino de Dios (la nueva sociedad edificada sobre nuevos valores); no se puede predicar el perdón de los pecados, si no se vive en la Comunidad de discípulos la experiencia del perdón; no se puede anunciar la misericordia de Dios para la humanidad si no se practica la misericordia en la Comunidad cristiana; no se puede proclamar el amor de Dios si no se ve reflejado en la iglesia de Jesucristo… Para que la iglesia crezca es imprescindible que se anuncie el evangelio de salvación y, a la vez, viva de acuerdo a los valores del Reino de los cielos en Comunidad. Sin estos dos elementos, la iglesia fracasará y, lejos de crecer, menguará. Por ello, no es solo proclamar, sino vivir; no es solo vivir, sino proclamar.

La intolerancia se demuestra en el deseo de imponer las ideas; pero el evangelio no impone, sino propone; no obliga, sino persuade; no exige, sino fascina; no manipula, sino libera. Por eso, todavía hoy es posible anunciar el evangelio de salvación y acceder al Reino de los cielos y, a la vez, ser tolerante con nuestros semejantes. Pero no nos confundamos, la tolerancia no es una actitud pasiva, sino activa; por ello, la Iglesia, no solo está interesada en el alma humana y la salvación eterna, sino en la totalidad de la persona aquí y ahora y, por eso, lucha contra la injusticia, las desigualdades, la pobreza, el abuso de poder, la violación de los derechos humanos…, y lo hace desde la convicción de que el Reino de los cielos se ha acercado y la proclamación de que la salvación se opera, solamente, a través de Jesús de Nazaret.

Pedro Álamo

Pedro Álamo es Bachiller en Teología, Licenciado en Psicología, Pastor y Profesor de Teología hasta el año 2001

FUENTE:
http://www.lupaprotestante.com/





jueves, 27 de marzo de 2014

Un soneto en Cuaresma

PERDIDO EN LA ESPESURA

Perdido estoy, Señor, en la espesura
de un corazón que va desorientado.
Suplico tu perdón esperanzado,
confuso ante ese drama de locura.

Con tu palabra me hablas de la dura
pasión y del dolor crucificado.
Con mi respuesta llego a tu costado
en pos de la embriaguez de tu dulzura.

Nos predican silencio y penitencia
y piden que estos días cuaresmales
abracemos tus manos extendidas.

Nos dicen que lavemos la conciencia
y limpiemos de cardos sus trigales
con besos a tus llagas doloridas.


Pedro Langa Aguilar
“Al son de la palabra”
Ediciones Religión y Cultura
Madrid 2013


lunes, 24 de marzo de 2014

DOCUMENTO ECUMÉNICO

Publicamos un documento importante sobre la vivencia ecuménica realizado por el Ponticipio Consejo para el Diálogo Interreligioso


EL TESTIMONIO CRISTIANO 
EN UN MUNDO MULTIRELIGIOSO:

Recomendaciones de conducta

PREÁMBULO

La misión pertenece a la naturaleza misma de la Iglesia. Anunciar la Palabra de Dios y dar testimonio al mundo es esencial para cada cristiano. Al mismo tiempo, hay que hacerlo de acuerdo con los principios del Evangelio, con pleno respeto y amor por todos los seres humanos.

Consciente de las tensiones entre las personas y comunidades de diferentes creencias religiosas así como de las diversas interpretaciones del testimonio cristiano, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso (PCDI), el Consejo Ecuménico de Iglesias (CEI) y, por invitación del Consejo Ecuménico de Iglesias, la Alianza Evangélica Mundial (AEM), se han reunido durante cinco años para reflexionar y elaborar este documento con el objetivo de que sirva como un conjunto de recomendaciones para guiar la conducta en el testimonio cristiano en el mundo. Este documento no pretende ser una declaración teológica sobre la misión, sino que trata de abordar cuestiones prácticas ligadas al testimonio cristiano en un mundo multireligioso.

El propósito de este documento es el de animar a las iglesias, a los consejos eclesiales y a los organismos de la misión a reflexionar sobre sus prácticas actuales y a utilizar las recomendaciones de este documento para preparar, cuando pueda resultar útil, sus propias directrices para su testimonio y su misión entre los miembros de diferentes religiones y entre aquellos que no profesan ninguna religión en particular. Es de desear que los cristianos de todo el mundo estudien este documento a la luz de sus propias prácticas en el testimonio de su fe en Cristo, tanto de palabra como de obra.


UNA BASE PARA EL TESTIMONIO CRISTIANO

1. Para los cristianos es un privilegio y una alegría dar cuenta de la esperanza que hay en ellos y hacerlo con mansedumbre y respeto (cf. 1Pedro 3,15).

2. Jesucristo es el Testigo supremo (cf. Juan 18,37). El testimonio cristiano es siempre una participación en su testimonio, que toma la forma del anuncio del Reino, del servicio al prójimo y del don total de sí mismo, incluso cuando este acto de donación lleva a la cruz. Así como el Padre envió al Hijo en el poder del Espíritu Santo, así los creyentes son enviados a la misión para testimoniar con la palabra y las obras el amor del Dios uno y trino.

3. El ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo y de la Iglesia primitiva deben ser la guía para la misión cristiana. Durante dos milenios los cristianos han tratado de seguir el camino de Cristo compartiendo la Buena Noticia del Reino de Dios (cf. Lucas 4,16-20).

4. El testimonio cristiano en un mundo plural incluye la tarea del diálogo con personas de diferentes religiones y culturas (cf. Hechos,17,22-28).

5. En algunos contextos, vivir y anunciar el Evangelio es difícil, impedido o incluso prohibido. Sin embargo, los cristianos han recibido de Cristo el mandato de seguir dando fielmente testimonio de Él en solidaridad los unos con los otros (cf. Mateo 28,19-20; Marcos 16,14-18; Lucas 24,44-48 Juan 20,21, Hechos 1,8).

6. Si los cristianos adoptan métodos inapropiados para llevar a cabo la misión, recurriendo al engaño o a la coacción, traicionan el Evangelio y pueden causar sufrimiento a los demás. Tales desviaciones llaman al arrepentimiento y nos recuerdan la necesidad permanente de la gracia de Dios (cf. Romanos 3,23).

7. Los cristianos afirman que si bien es su responsabilidad dar testimonio de Cristo, la conversión es en última instancia obra del Espíritu Santo (cf. Juan 16,7-9; Hechos10,44-47). Reconocen que el Espíritu sopla donde quiere en modos que ningún ser humano controla (cf. Juan 3,8).


PRINCIPIOS

En su compromiso por cumplir el mandato de Cristo de un modo apropiado, los cristianos están llamados a adherirse a los siguientes principios, especialmente dentro de contextos interreligiosos.

1. Actuar en el amor de Dios. Los cristianos creen que Dios es la fuente de todo amor y, en consecuencia, en su testimonio están llamados a vivir unas vidas marcadas por el amor y a amar a sus prójimos como a sí mismos (cf. Mateo 22,34-40; Juan 14,15).

2. Imitar a Jesucristo. En todos los aspectos de la vida, y especialmente en su testimonio, los cristianos están llamados a seguir el ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo, compartiendo su amor, dando gloria y honor a Dios Padre en el poder del Espíritu Santo (cf. Jn 20,21-23).

3. Virtudes cristianas. Los cristianos están llamados a comportarse con integridad, caridad, compasión y humildad, y a vencer toda arrogancia, condescendencia y desprecio (cf. Gálatas 5,22).

4. Actos de servicio y de justicia. Los cristianos están llamados a practicar la justicia y a amar con ternura (cf. Miqueas 6,8). Están también llamados a servir a los demás y, actuando así, a reconocer a Cristo en el más pequeño de sus hermanas y hermanos (cf. Mateo 25,45). Actos de servicio como proporcionar educación, cuidados sanitarios, atención primaria, y actos de justicia y de defensa pública, son una parte integral del testimonio del Evangelio. Aprovecharse de situaciones de pobreza y de necesidad no tiene cabida en la tarea de extender del cristianismo. Los cristianos deben denunciar y abstenerse de recurrir a cualquier tipo de señuelo, incluyendo incentivos y recompensas financieras, en sus actos de servicio.

5. Discernimiento en los ministerios de la sanación. Como parte integral de su testimonio del Evangelio, los cristianos ejercen ministerios de curación. Están llamados a ejercer el discernimiento cuando realizan estos ministerios, en el respeto absoluto de la dignidad humana y asegurándose de que la vulnerabilidad de las personas y su necesidad de curación no sean explotadas.

6. Rechazo de la violencia. Los cristianos están llamados en su testimonio a rechazar toda forma de violencia, también psicológica o social, incluyendo el abuso de poder. También rechazan la violencia, la discriminación injusta o la represión por parte de cualquier autoridad religiosa o seglar, incluida la violación o la destrucción de lugares de culto y de símbolos o textos sagrados.

7. Libertad de religión y de credo. La libertad religiosa que incluye el derecho a profesar, practicar, propagar y cambiar públicamente de religión se deriva de la dignidad misma de la persona humana, fundada en la creación de todos los seres humanos a imagen y semejanza de Dios (cf. Génesis 1,26). Por tanto, todos los seres humanos son iguales en derechos y responsabilidades. Allí donde una religión se instrumentaliza por fines políticos o donde tiene lugar la persecución religiosa, los cristianos están llamados a implicarse en un testimonio profético denunciando tales cosas.

8. Solidaridad y respeto mutuo. Los cristianos están llamados a comprometerse a trabajar con todas las personas en el respeto mutuo, promoviendo conjuntamente la justicia, la paz y el bien común. La cooperación interreligiosa es una dimensión esencial de este compromiso.

9. Respeto a todas las personas. Los cristianos reconocen que el Evangelio interpela y al mismo tiempo enriquece las culturas. Incluso cuando el Evangelio cuestiona ciertos aspectos de las culturas, los cristianos están llamados a respetar a todas las personas. Los cristianos también están llamados a discernir los elementos de su propia cultura que son cuestionados por el Evangelio.

10. Renunciando a los falsos testimonios. Los cristianos deben expresarse con sinceridad y respeto, deben escuchar para poder conocer y comprender las creencias y las prácticas de los otros; se les anima a reconocer y apreciar lo que en ellas hay de verdadero y bueno. Todo comentario o actitud crítica debería producirse en un espíritu de respeto mutuo, cuidando de no levantar falso testimonio sobre otras religiones.

11. Asegurando el discernimiento personal. Los cristianos deben reconocer que cambiar la propia religión es un paso decisivo que debe ir acompañado del tiempo suficiente para la reflexión y la preparación adecuadas, a través de un recorrido que garantice la plena libertad personal.

12. Construyendo relaciones interreligiosas. Los cristianos deben seguir construyendo relaciones de respeto y confianza con las personas de diferentes religiones para facilitar un entendimiento mutuo más profundo, la reconciliación y la cooperación para el bien común.


RECOMENDACIONES

La tercera consulta organizada por el Consejo Mundial de las Iglesias y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso de la Santa Sede, en colaboración con la Alianza Evangélica Mundial y con la participación de las más grandes familias de fe cristiana (católicos, ortodoxos, protestantes, evangélicos y pentecostales), habiendo actuado en un espíritu de cooperación ecuménica para la elaboración de este documento para ser considerado por las iglesias, organismos confesionales nacionales y regionales y organizaciones misioneras, especialmente los que trabajan en contextos interreligiosos, recomienda que estas entidades:

1. Estudien las cuestiones expuestas en este documento y cuando sea conveniente formulen directrices de conducta en relación con el testimonio cristiano aplicables a su contexto particular. Siempre que sea posible esto debe hacerse de un modo ecuménico y consultando a los representantes de otras religiones.

2. Construyan relaciones de respeto y confianza con personas de todas las religiones, en particular a niveles institucionales entre las iglesias y otras comunidades religiosas, implicándose en un continuo diálogo interreligioso como parte de su compromiso cristiano. En ciertos contextos donde años de tensión y conflicto han creado profundas sospechas y minado la confianza dentro y entre las comunidades, el diálogo interreligioso puede ofrecer nuevas oportunidades para resolver los conflictos, restaurar la justicia, sanar la memoria, para la reconciliación y la construcción de la paz.

3. Animen a los cristianos a fortalecer su propia identidad religiosa y su fe mientras profundizan su conocimiento y comprensión de las diferentes religiones, y a hacer esto teniendo también en cuenta las perspectivas de los adherentes a esas religiones. Los cristianos deben evitar tergiversar las creencias y prácticas de personas de diferentes religiones.

4. Cooperen con otras comunidades religiosas implicándose en la defensa interreligiosa de la justicia y el bien común y, cuando sea posible, solidarizándose con los que se encuentran en situaciones de conflicto.

5. Apelen a sus gobiernos para que garanticen que la libertad de religión sea correcta y plenamente respetada, reconociendo que en muchos países se impide a las instituciones religiosas y a las personas ejercer su misión.

6. Oren por sus vecinos y por su bienestar, reconociendo que la oración es parte integrante de lo que somos y de lo que hacemos, como lo es también de la misión de Cristo.



APÉNDICE: Antecedentes del documento

1. En el mundo actual existe una colaboración cada vez mayor entre los cristianos y entre cristianos y seguidores de diferentes religiones. El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso (PCDI) de la Santa Sede y el Programa sobre Diálogo Interreligioso y Cooperación de Consejo Mundial de las Iglesias (CEI - IRDC) ya tienen experiencia en esta colaboración. Algunos ejemplos de temas en los que el PCDI / IRDC han colaborado en el pasado son: el matrimonio interreligioso (1994-1997), la oración interreligiosa (1997-1998), y la religiosidad africana (2000-2004). Este documento es el resultado de su trabajo conjunto.

2. En el mundo de hoy aumentan las tensiones interreligiosas, incluyendo la violencia y la pérdida de vidas humanas. Factores políticos, económicos y de otra índole desempeñan un papel en estas tensiones. También los cristianos se ven a veces implicados en estos conflictos, ya sea voluntaria o involuntariamente, ya sea como perseguidos o como los que participan en la violencia. En respuesta a esto, el Pontificio Consejo y el IRDC decidieron abordar las cuestiones implicadas a través de un proceso conjunto para elaborar recomendaciones compartidas sobre la conducta en el testimonio cristiano. El CEI-IRDC invitó a la Alianza Evangélica Mundial (AEM) para participar en este proceso y ésta lo hizo gustosamente.

3. Inicialmente se llevaron a cabo dos consultas: la primera, en Lariano, Italia, del 12 al 18 de mayo de 2006 con el título "Evaluación de la Realidad", donde representantes de diferentes religiones compartieron sus opiniones y experiencias sobre la cuestión de la conversión. En una parte de la declaración de esta consulta se lee lo siguiente: "Afirmamos que mientras todo el mundo tiene derecho a invitar a otros a la comprensión de su fe, no debe ser ejercido violando los derechos y sensibilidades religiosas de los otros. La libertad de religión nos obliga a todos nosotros por igual al no negociable respeto por las creencias distintas a la nuestra, y a nunca denigrarlas, vilipendiarlas, tergiversarlas con el propósito de afirmar la superioridad de nuestra fe."

4. La segunda, una consulta entre cristianos, se celebró en Toulouse, Francia, del 8 al 12 de agosto de 2007, para reflexionar sobre estos mismos temas. Cuestiones como la familia y la comunidad, el respeto por los demás, economía marketing y competitividad, violencia y política fueron discutidas a fondo. Los temas pastorales y misioneros en torno a estos temas se convirtieron en la base para la reflexión teológica y para los principios desarrollados en este documento. Cada tema es importante en sí mismo y merece más atención de la que se le puede dar en estas recomendaciones.

5. Los participantes de la tercera consulta (inter-cristiana) se reunieron en Bangkok, Tailandia, del 25 al 28 de enero 2011 y terminaron de elaborar este documento.



FUENTE:
http://www.vatican.va/


domingo, 23 de marzo de 2014

"¿Amas la unidad de la Iglesia?"

padre Raniero Cantalamessa

Cantalamessa aboga ante el Papa por la unidad de los cristianos

El Predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, ha abogado por la unidad de todos los cristianos, durante la segunda predicación de Cuaresma en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico del Vaticano, a la que ha asistido el Papa Francisco.

En este sentido, Cantalamesa ha señalado que cuando la Iglesia sea capaz de aplicar esta verdad no sólo en sus relaciones internas", sino también en las relaciones entre las distintas iglesias cristianas la unidad de los cristianos será prácticamente "un hecho consumado".

Igualmente, ha destacado que para alcanzar la eternidad hay que conservar la caridad y amar la verdad, dentro del tema general 'Sobre las espaldas de los gigantes. Las grandes verdades de nuestra fe contempladas con los Padres de la Iglesia Latina'. En esta segunda ocasión, Cantalamessa ha propuesto una reflexión sobre Agustín y la naturaleza de la Iglesia.

Por ello, ha recordado las preguntas que San Agustín dirigía a los fieles: "¿Formas parte del único cuerpo de Cristo? ¿Amas la unidad de la Iglesia?".

FUENTE:
religióndigital.com


viernes, 21 de marzo de 2014

Celebración en Zaragoza del Día Mundial de Oración

DIA MUNDIAL DE LA ORACIÓN POR LA MUJER 


Este pasado miércoles día 19 de marzo, a las 20'00 horas, se celebró en la Capilla de la Iglesia Reformada de Aragón (IEE), calle Mariano Supervía nº 52, un acto de oración con motivo del Día Mundial de Oración, fué organizado por el Grupo de Mujeres Cristianas de Zaragoza. Como testimonio del mismo os adjuntamos unas imágenes.






Fotografías gentileza de Manuel Montañés


jueves, 20 de marzo de 2014

El ecumenismo, clave para entender el viaje del Papa a Tierra Santa

"Para que todos sean uno", lema de la peregrinación de Francisco


Los líderes de las comunidades católicas en Israel, Palestina, Jordania y Chipre han elegido el logotipo y el lema de la peregrinación del Obispo de Roma, que tendrá lugar del 24 a 26 de mayo. El lema es «Para que todos sean uno», se inspira en el ruego de Jesús al Padre (Jn 17,21) y el logotipo presenta el abrazo de los santos hermanos Pedro y Andrés, los primeros dos discípulos llamados por Jesús, en Galilea. Y como informa Tierrasanta.net ambos - lema y logotipo - han sido presentados en la reciente Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, celebrada el 11 y 12 marzo, en Tiberiades, en la orilla occidental del Mar de Galilea.

El lema de la peregrinación - destaca la misma página Web de los Hermanos Menores de la Custodia de Tierra Santa - recuerda que, al anunciar su Viaje a Tierra Santa el Papa Bergoglio expresó su anhelo de conmemorar el histórico encuentro en Jerusalén entre Pablo VI y el patriarca Atenágoras, anunciando su viaje el pasado 5 de enero, en el día del 50 aniversario de ese evento. 

La peregrinación del Papa Francisco tendrátres etapas Amman, Belén y Jerusalén, «tres días», como dijo él mismo añadiendo que en el Santo Sepulcro celebrará unEncuentro Ecuménico con todos los representantes de las Iglesias cristianas de Jerusalén, junto con el Patriarca Bartolomé de Constantinopla. A partir de ahora - dijo textualmente el Santo Padre - «les pido que oren por esta peregrinación, que será una peregrinación de oración».

El logotipo ha sido acordado por los líderes católicos de Israel, Palestina, Jordania y Chipre

Los responsables de las comunidades católicas de Israel, Palestina, Jordania y Chipre, en el transcurso de la reunión de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa (AOCTS), celebrada durante los días 11 y 12 de marzo en Tiberíades, han decidido crear un logotipo y un lema para la peregrinación del papa Francisco prevista para del 24 al 26 de mayo.

El lema de la peregrinación es Para que sean uno y evoca el motivo fundamental que el papa Bergoglio considera como el corazón de su viaje, es decir, el encuentro con el patriarca ecuménico Bartolomé y los responsables de las Iglesias de Jerusalén. Como ya es bien conocido, Francisco y Bartolomé se han citado en la basílica del Santo Sepulcro para conmemorar y renovar el deseo y la nostalgia de unidad expresados por el papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras de Constantinopla hace 50 años en Jerusalén.

El logotipo sigue la misma línea y muestra el abrazo entre los apóstoles san Pedro y san Andrés, los dos primeros discípulos llamados por Jesús en Galilea, patronos respectivos de la Iglesia de Roma y la de Constantinopla. En la Iglesia madre de Jerusalén los dos se abrazan, a bordo de la barca que representa la Iglesia, la cual tiene por árbol maestro la cruz del Señor.

El logo y el lema se han presentado en el sitio creado de propio del viaje del papa en mayo por las Iglesias locales  y cuyo enlace es el siguiente: http://popefrancisholyland2014.lpj.org/es/ , una costumbre que acompaña y prepara todas las visitas papales.

FUENTES:
religióndigital.com
tierrasanta.net




miércoles, 19 de marzo de 2014

CONCIERTO DE SEMANA SANTA

CORAL ALJAFERIA


Concierto de Semana Santa 2014

Organizado por el Area de Cultura del Ayuntamiento de Biescas y el EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO con la colaboración de las parroquias de Biescas, os anunciamos que el 12 de Abril a las 20'00 horas en el Centro Cultural Pablo Neruda de la Villa de Biescas (Huesca) se ofrecerá un Concierto de Semana Santa por la CORAL ALJAFERÍA DE ZARAGOZA, al que estáis todos desde este momento invitados.

Desde el EQUIPO ECUMENICO SABIÑÁNIGO queremos manifestar nuestra gratitud al Ayuntamiento de Biescas y en particular a los responsables de su Concejalía de Cultura en la organización conjunta de esta actividad.



martes, 18 de marzo de 2014

Experiencia de la X Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias



Os pasamos un enlace que nos ha facilitado Manuel Barrios Prieto, Director del Secretariado para las Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española donde se recoge experiencias de la X Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias celebrada del 30 de octubre a 8 de noviembre de 2013 a Busan (República de Corea).

Este es el enlace:







lunes, 17 de marzo de 2014

SINAXIS PANORTODOXA PREPARATORIA DEL GRANDE Y SANTO CONCILIO PANORTODOXO 3ª y última parte

Bartolomé I de Constantinopla, Patriarca Ecuménico, preside la Divina liturgia concelebrada por los primados de las Iglesias ortodoxas locales en la catedral San Jorge del Fanar, clausurando así la Sinaxis panortodoxa de Estambul
(El Fanar: 9 / III / 2014. Foto Église orthodoxe russe)


SINAXIS PANORTODOXA PREPARATORIA 
DEL GRANDE Y SANTO CONCILIO PANORTODOXO (III)

por Pedro Langa, OSA

El 9 de marzo de 2014, primer domingo de Cuaresma -domingo de la Ortodoxia-, los primados de las Iglesias ortodoxas locales reunidos en Estambul para resolver allí la cuestión de la convocatoria y de la tenida del Concilio panortodoxo (= CP), celebraron la Divina liturgia de clausura de la Sinaxis en la catedral San Jorge del Fanar, residencia del Patriarca de Constantinopla. Su Santidad el Patriarca Ireneo de Serbia presidió la celebración de los maitines, previa a la Divina liturgia, concelebrada por Su Santidad el Patriarca Bartolomé de Constantinopla, Su Beatitud el Papa y Patriarca de Alejandría y de toda el África Teodoro II, su Beatitud el Patriarca Teófilo III de Jerusalén y de toda la Palestina, Su Santidad Kirill (Cirilo), Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Su Santidad y Beatitud el Catholicós-Patriarca Elías II de toda la Georgia, su Santidad el Patriarca Ireneo de Serbia, Su Beatitud el Patriarca Daniel de Rumanía, Su Santidad el Patriarca Neófito de Bulgaria, Su Beatitud Crisóstomo II, arzobispo de la Nueva Justiniana y de todo Chipre, Su Beatitud el arzobispo Jerónimo de Atenas y de toda la Grecia, Su Beatitud el arzobispo Anastasio de Tirana y de toda la Albania, Su Beatitud el metropolita Sabas de Varsovia y de toda la Polonia. Asistieron al oficio jerarcas de Iglesias ortodoxas locales, clérigos y numerosos fieles. Entre los presentes, pudo verse a Simeón II, zar de los búlgaros, al embajador de la Federación de Rusia en la República turca, A. Karlov, y a representantes del cuerpo diplomático. Durante la celebración, las oraciones fueron recitadas en griego, eslavo de la Iglesia, georgiano, serbio, árabe, rumano y albanés. 

Después del evangelio, llegó el momento de hacer público el Mensaje de la Sinaxis de los primados de las Iglesias ortodoxas locales. Las decisiones que se habían ido tomando del 6 al 9 de marzo de 2014 y el Mensaje final llevan la firma de las personalidades arriba citadas a propósito de la Divina liturgia. Los participantes en el encuentro aprobaron estas resoluciones sobre diferentes asuntosrelativos a la próxima convocatoria del Santo y grande Concilio de la Iglesia ortodoxa, o sea del CP. He aquí la síntesis de lo suscrito. 

Se aprobó el principio de consenso para todas las decisiones tanto durante el Concilio como en las diferentes etapas de su preparación. Ocupará la presidencia del Concilio el Patriarca Ecuménico, a cuya derecha e izquierda se sentarán los primados de las Iglesias ortodoxas autocéfalas. Cada una de las cuales estará representada en el Concilio por su primado y venticuatro obispos, y aquellas cuyo número total de obispos sea inferior a veinticuatro estarán representadas por su primado y todos sus obispos. Cada Iglesia autocéfala dispondrá de una sola voz. Se adoptó asimismo y firmó un dictamen acerca de la creación de una Comisión interortodoxa especial compuesta por un obispo y un consejero de cada Iglesia autocéfala. La Comisión empezará a darle de firme a los trabajos en setiembre de 2014 y los terminará antes de la Pascua de 2015. Encargada de reexaminar numerosos documentos preparatorios redactados durante el proceso preconciliar, deberá revisar, si fuere necesario,los textos de los documentos ya adoptados sobre los temas en el orden del día del CP, como «la cuestión del calendario», «los impedimentos en el matrimonio», «el sentido del ayuno y su observancia hoy». 

Decidido está igualmente que durante la primera mitad del 2015 se convoque una Conferencia preconciliar interortodoxa para que adopte, al mismo tiempo que los documentos revisados, el de «La autonomía en la Iglesia ortodoxa y el modo de su proclamación», redactado por la Comisión preparatoria interortodoxa en diciembre de 2009. Los otros dos temas objeto de examen durante la fase preparatoria son: «La autocefalia en la Iglesia ortodoxa y el modo de su proclamación»y «Los Dípticos». Si alcanzan ambos el consenso, serán igualmente sometidos a examen de la Conferencia preconciliar panortodoxa de 2015, y después al CP. 

El Patriarca Ecuménico convocará en Constantinopla el Santo y grande Concilio de la Iglesia ortodoxa en 2016, siempre y cuando circunstancias imprevistas no lo impidan. Por lo demás, los susodichos primados decidieron modificar las fronteras geográficas de las asambleas episcopales de América del Norte y del Sur. De modo que debe crearse una asamblea episcopal en Canadá, y los otros paísesfuera de los Estados Unidos serán incluidos en la conferencia de América del Sur. Habrá, por tanto,en adelante tres asambleas episcopales sobre el continente: Canadá, Estados Unidos, América latina. Después de la Divina liturgia, en fin, se rezó en la catedral San Jorge del Fanar un oficio de réquiem por los primados difuntos. Hasta aquí, la sucinta relación de los acuerdos;en definitiva, el balancede la Sinaxis de los primados de las Iglesias ortodoxas locales celebrada en Estambul. 

Es de alabar el coraje de la Ortodoxia adoptando estas medidas. Sobre todo teniendo en cuenta que lo del futuro CP constituye una cuestión arrastrada, como mínimo, desde la primera mitad del siglo XX, y que en repetidos intentosacabó punto menos que como el rosario de la aurora: no hay más que recordar el año 1936 en el Monte Athos. Ni el patriarca Atenágoras tuvo más suerte, pese a la carga de bondad que en su corazón atesoraba y a su feliz iniciativa de las Conferencias panortodoxas de Rodas. Si Bartolomé I lo consiguiese ahora, como parece, el actual Patriarca de Constantinopla pasaría a la historia de la Ortodoxia, sin duda,como alguien que, en el devenir eclesial, fue capaz de coronar una cumbre que hasta la fecha nadie había conseguido. 

No es casual que el metropolita Hilarión de Volokamsk, presente en la Sinaxis de Estambul, haya pronunciado palabras de gratitud para Su Santidad el Patriarca Bartolomé I, extensivas a su oponente cuando lo de Ravena, esto es, a Ioannis Zizioulas, metropolita de Pérgamo, alma teológica del Patriarcado Ecuménico. Por otro lado, que viene a desembocar en la misma plaza de los razonamientos, el propio Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Kirill, en una entrevista con el corresponsal de la cadena televisiva rusa VGTRK concedida sólo unas horas después de la cumbre –la fuente es Pravoslavie, traducida del ruso por Orthodoxie.com el 11 / III/ 2014-, ha evocado de forma muy positiva el balance de los trabajos. En realidad, nada nuevo que no haya sido ya tratado a través de estas entregas que acabo de hacer a EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO, más o menos. Pero sí que matizaría yo algunas cosas dignas de consideración. Por ejemplo, y luego de haber hecho hincapié en que la Sinaxis se dirigió al mundo entero expresando su posición sobre la situación en Oriente Medio y en África del Norte, y las duras palabras pronunciadas acerca de lo que pasa en Siria, cuando recuerda que el tema principal de la Sinaxis fue la preparación del CP, del que textualmente dice: «Este no es un concilio ecuménico, como algunos lo consideran, sino el concilio de las Iglesias ortodoxas». Bueno será, pues, andarse con cuidado al sugerir –y lo he visto más de una vez y más de dos reflejado por ahí - que este CP sería lo equivalente a, dentro de la Iglesia católica, lo que fue el Vaticano II. 

Los participantes, añade Kirill, «prestaron igualmente atención a lo que ocurre en Ucrania. En el comunicado al respecto destacan tres fundamentales elementos: 
1) Exhorto a la paz y a que los problemas se resuelvan por medios pacíficos; 
2) Llamada de atención para que nadie se adueñe por la fuerza de iglesias, monasterios [evidente alusión a los cismáticos ucranianos] es decir que, en la resolución de los diferendos eclesiásticos, la fuerza militar, física, quede a un lado; 
3) Petición a las gentes del cisma: todas las Iglesias ortodoxas invitan a estos fieles a volver al seno de la santa Iglesia ortodoxa. Naturalmente, sobreentendido siempre el principio de reconstitución de la unidad canónica en Ucrania. 

Otro punto fundamental es que «las decisiones en el Concilio serán tomadas por consenso, esto es: de común acuerdo. No habrá ningún voto en el Concilio. Asimismo, en el documento redactado durante la presente reunión, se dice que cada Iglesia dispondrá de una voz. Lo cual significa que cada Iglesia no podrá presentar dos opiniones diferentes, o sea que la posición de la Iglesia local deberá ser formulada de modo que exprese la opinión de todo su episcopado, de su clero y de su pueblofiel. Esto es de suma importancia para evitar conflictos y cuanto pueda incitar a la división. El Concilio debe unirnos a todos, hacernos más eficaces ante los problemas del mundo y reconciliar a quienes aún no lo están del todo. Naturalmente que hemos insistido en que acudan a este Concilioel mayor número posible de obispos. Pero las circunstancias exteriores ligadas al desarrollo del Concilio en Constantinopla, fijado para 2016, no permiten invitar a todos. Cada Iglesia será representada por veinticuatro obispos, y las Iglesias que no alcancen dicha cantidad que envíen a todos los que tengan. Suponemos que, hasta 2016, todos los asuntos ligados a la preparación de los documentos, la resolución del método, etc., serán regulados, y si el Señor lo bendice, las Iglesias ortodoxas se volverán a encontrar en 2016 para decir, con una sola voz y un solo corazón cuanto piensan hoy acerca de su propia vida y actividad, y sobre sus relaciones hacia los problemas más importantes del mundo contemporáneo». Ojalá Bartolomé I consiga llevar la nave del CP al ansiado puerto. Redundaría ello, sin duda, en bien del ecumenismo y en señalado provecho para todas las Iglesias en su indeclinable marcha hacia el ut unum sint de Jesús al Padre (Jn 17,21).

Bartolomé I, acompañado de los primados de las Iglesias ortodoxas locales 
que asistieron a la Sinaxis panortodoxade Estambul se asoma
 para saludar a los fieles el día de la clausura 
(El Fanar: 6–9 / III / 2014.Foto Église orthodoxe russe

Prof. Dr. Pedro Langa Aguilar, OSA 
Teólogo y ecumenista


domingo, 16 de marzo de 2014

SINAXIS PANORTODOXA PREPARATORIA DEL GRANDE Y SANTO CONCILIO PANORTODOXO 2ª parte

Su Santidad Bartolomé I de Constantinopla, Patriarca Ecuménico, con el metropolita Ioannis Zizioulas de Pérgamo a su derecha, presidiendo la Sinaxis panortodoxa de Estambul (El Fanar: 6 – 9 / III / 2014. Foto Église orthodoxe russe)

SINAXIS PANORTODOXA PREPARATORIA DEL GRANDE Y SANTO CONCILIO PANORTODOXO (II)
por Pedro Langa

La intervención de Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, en la Sinaxis de los primados y representantes de las Iglesias ortodoxas locales, celebrada del 6 al 9 de marzo de 2014 en la catedral San Jorge del Fanar (residencia del Patriarca Ecuménico) merece algunas matizaciones. En este artículo incluyo dos fotografías por cuyos pies de foto se advierte la presencia de posturas encontradas durante los últimos decenios dentro de la Ortodoxia, y cuyo protagonismo representan dos célebres jerarcas ortodoxos. En la primera, Zizioulas, cabeza teológica del Patriarcado Ecuménico y actual copresidente de la Comisión Mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto. Hilarión, en cambio, la segunda, presidente del Departamento para las relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú, es teólogo brillante cuyos libros de la Ortodoxia están marcando una línea muy definida dentro sobre todo de las zonas eslavas, y a la postre en todo el mundo, dada la vertiginosa movilidad del autor: se podría decir que él solo tiene recorridos más kilómetros que todos los metropolitas rusos y nos rusos juntos. Para detalles del tema remito a mis dos artículos:Hacia un nuevo estilo en el Departamento para las relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú. Primera partePastoral Ecuménica 28/84 (2011) 49-83; ya.c.: Segunda parte, 30/89 (2013) 51-101. Precisamente uno de esos puntos de fricción se produjo el año 2007 en el encuentro de la Comisión Mixta internacional para el diálogo teológicotenido en Ravena (del que me ocupé en la revista Crítica, N.949, noviembre 2007, pp.38-41).

La intervenciónde Kirill en Estambul llegó minuciosamente preparada y debidamente respaldada por el Concilio episcopal de Moscú celebrado en 2013, donde se debatió lo relativo al Santo y grande Concilio panortodoxo (= CP). Como quiera que Hilarión, lejos de acceder en Ravena, decidió abandonar y no dejarse ver hasta después en Pafos y Viena, y puesto que el enfrentamiento fue con Zizioulas copresidiendo ese día junto al cardenal Kasper –el copresidente católico es hoy el cardenal Koch-, se sigue de ahí que su extemporáneo gesto fuera previsible consecuencia de la dura línea del Alexis II de los últimos años, cuando hasta las relaciones entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica se vieron sensiblemente afectadas. Pero ni ahora susucesor Kirill, ni el delfín de ambos Hilarión, al que Kirill ha encumbrado al máximo, están dispuestos a ceder en la sorda lucha mantenida desde decenios atrás entre Moscú y Constantinopla. Hilarión no se ha mordido la lengua a la hora de recordarle al mismísimo Bartolomé I,mediante declaraciones por ahí hechas a los medios, que las Iglesias ortodoxas son autocéfalas y, en consecuencia, que el primus inter pares del Patriarca de Constantinopla tiene poco recorrido. De modo que el titular del Santo Trono, a la hora del ecumenismo, sobre todo con Roma, deberá medir bien lo que dice antes de hablar; y en sus encuentros con el Papa comprender que lo hace como Patriarca de Constantinopla, pero en modo alguno en nombre de todas las Iglesias autocéfalas.

Una razón que, a la postre, no es nueva, porque, de alguna manera, la esgrimió el famoso metropolita Nikodim cuando la Iglesia ortodoxa rusa –presidida entonces por Alexis I - acordó unilateralmente mandar observadores al Concilio Vaticano II, siendo así que poco antes la cumbre panortodoxa de Rodas había determinado lo contrario con Atenágoras a la cabeza. Naturalmente que aquello disonó entonces, 1962, y lo de Ravena en 2007 también, al resto de la Ortodoxia, y mucho más, claro, aBartolomé I. Pero la Iglesia ortodoxa rusa es consciente de que ella sola tiene más fieles ortodoxos que el resto de las Iglesias ortodoxas autocéfalas juntas. Y ese argumento, aunque no sea definitivo, resulta de mucho peso como para despacharlo de paso. Esto explicaría, entre otras cosas, la machacona insistencia de Kirill acerca del consenso en la reciente cumbre de Estambul. En cuanto al sutil matiz de que, si encontramos algo en que no logremos estar de acuerdo, no importa: déjese para ulteriores concilios panortodoxos, es todo un aviso a navegantes:Kirill está de antemano avisando sobre posibles inflexibilidades futuras con ciertos puntos a debatir del CP.

Por otra parte, exigir que antes de su celebración hay que llegar a un consenso entre todos los primadostal vez sea como pedir peras al olmo. Pero el figurón que le hicieron jugar a Hilarión y, en él y con él, a la Iglesia ortodoxa rusa en la asamblea de la Comisión Mixta en Belgrado (2006), donde se quedó en ridícula minoría -¡2 frente a 30!-, y luego en Rávena (2007) con la presencia –anticanónica según Moscú- de la Iglesia de Estonia entre los ortodoxos de la Comisión, no agradaron a la Ortodoxia rusa, no señor. Esos y otros lances imposibles de traer aquí por menudo tienen mucha culpa de que ahora mismo Kirill haya insistido por activa y por pasivaen la necesidad del consenso entrelos primados ortodoxos -¡¡todos!!- y en que, de no ser así, verdes las habrán segado en lo tocante al CP, pero que se atengan a las consecuencias.

Kirill no se anduvo por las ramas cuando recordó que el principio del consenso había surgido en la conferencia de Rodas en 1961 a iniciativa del Patriarcado de Constantinopla -no precisamente de Moscú-, y que se ha revelado eficaz. Sería, pues, contraproducente y extremamente peligroso renunciar a él durante la preparación del Concilio. Pero luego añadió esta perla: «Proponer al Concilio temas no aprobados de antemano significa convertir a éste en un lugar de divisiones, hacer pesar una amenaza sobre la unidad de la Iglesia, complejizar la recepción de los decretos conciliares en nuestras Iglesias locales […] El CP tiene que ser un lugar donde el Espíritu Santo manifieste su presencia en la concordia eclesial».

Y ya, de pasada, aprovechó para largarle al titular de Constantinopla otro viaje recordando la lentitud del secretariado preparatorio del CP: «fundado desde hace tiempo, en él deben participar representantes de las Iglesias ortodoxas locales, perono funciona. La Iglesia rusa ha querido a menudo enviar su representante al secretariado y sus propuestas no han encontrado la acogida esperada». Era un modo implícito de manifestar a la solemne asamblea de los allí presentes que su Iglesia, allá en Moscú, se había estudiado a fondo las cosas y traía muy bien hechos los deberes. O dicho de otro modo: que la criticada actitud de su delfín (a su derecha en la sala), cuando lo de Ravena, podría tener su oportuna / inoportuna reedición.

Sus tiempos al frente del Departamento, presidido ahora por Hilarión con asombroso dinamismo viajero de visitas a Iglesias locales por todo el mundo, planearon también sobre la sala cuando Kirill abogó por un intercambio más frecuente, más vivo, más dinámico, por encuentros y opiniones y debates más contrastadosentre todos los líderes ortodoxos. Esto y su recurso al uso de los medios informáticos era una implícita condena de la pasividad en la que parecen estar estancadas todavía tantas Iglesias ortodoxas locales. Otro tanto cabe decir de su llamada de atención a los desafíos de la modernidad, que el Concilio no puede pasar en silencio. Más aún: La Iglesia ortodoxa –dijo- debe dar respuesta clara y concertada, arraigada en la tradición, a todas estas cuestiones de actualidad. «Respuesta no sólo teológica, sino también pastoral. Nuestra Iglesia está hoy confrontada a la cuestión del bautismo de los niños nacidos de «madres alquiladas». Nosotros no podemos esperar a una respuesta panortodoxa a esta cuestión, porque el debate está muy vivo en Rusia. Una comisión especial ha elaborado recomendaciones pastorales concernientes a la posibilidad del bautismo para los niños nacidos de «madres de alquiler». Eraun envite más de Kirill, dispuesto a no perder comba y a probar y seguir probando que su Iglesia, bien a pesar del contencioso Rusia-Ucrania-Crimea, esos días en la cabecera de todos los medios de comunicación, había multiplicado esfuerzos para abrirse a los tiempos posmodernos, superando así los obstáculos de los viejos demonios familiares de la pasada Unión Soviética.

Otro varapalo se lo llevó «el reglamento del Concilio, que está lejos de ser formal», matizó. Por supuesto que Su Santidad Kirill pretendía que tal reglamento contemple la necesidad de un comité ejecutivo donde tengan cabida «los primados de todas las Iglesias, independientemente de su talla o su antigüedad». Lamentó por eso que no hubieran sido invitados todos a la Sinaxis, ya que la preparación del CP es cosa de todos. Otra deficiencia más que el Patriarcado ruso procuró poner en solfa. Sólo entonces –concluyó resolutivo— se podrá decir que el futuro Concilio es la expresión de la voz profética de la Iglesia dirigida lo mismo a nosotros que a aquellos del exterior. Nuestros fieles deben sentir la unidad de la Iglesia. Los otros deben ver en el Concilio la fuerza viva y el dinamismo de la Ortodoxia, que le son donados por Dios. Debemos dar paso a todas las condiciones para no impedir al Espíritu Santo actuar en nosotros y por nosotros». 

Muchos interrogantes abría un discurso así, y no era cosa de permanecer indiferentes ante tales sugerencias. Tal vez el contencioso político entre Rusia-Ucrania-Crimea pudiera entorpecerla total aquiescencia a sus palabras por parte de los presentes: son conocidas sus buenas relaciones con el inquilino del Kremlin, Putin, al que muchos culpabilizan de la crisis abierta con su extravagante ocupación de Ucrania. Pero Kirill aún podía sacarseotra carta de la manga: su intervención de días antes, llamando a la concordia de los ortodoxos ucranios.

El metropolita Onufry de Tchernovtsy y de Bucovina, locum-tenens (= lugarteniente) de la Sede metropolitana de Kiev, del Patriarcado de Moscú, le había pedido interceder para evitar el derramamiento de sangre en Ucrania. Y él, Kirill, había respondido con un mensaje asegurando que «los fieles de nuestra Iglesia tienen diferentes visiones y convicciones políticas, incluidos los que se hallan en ambos frentes de las barricadas. La Iglesia no toma partido en esta lucha política. Pero tiene la obligación de compadecer con aquellos que son objeto de violencias, que se hallan menesterosos de protección, y cuya vida está en peligro […]. Yo haré cuanto pueda por convencer a quienes concentran el poder en sus manos de que es inadmisible que perezcan apacibles ciudadanos de la Ucrania tan querida a mi corazón».

Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, con su delfín el metropolita Hilariónde Volokolamsk a su derecha durante la Sinaxis panortodoxade Estambul
(El Fanar: 6–9 / III / 2014.Foto Église orthodoxe russe)

Prof. Dr. Pedro Langa Aguilar, OSA
Teólogo y ecumenista