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Un espacio propuesto por EQUIPO ECUMÉNICO SABIÑÁNIGO

jueves, 11 de agosto de 2016

AGOSTO: CELEBRACIÓN ECUMÉNICA EN BIESCAS

XX ANIVERSARIO DE LA CATÁSTROFE DEL CAMPING LAS NIEVES EN BIESCAS

7 agosto de 2016

MISA EN MEMORIA DE LAS VÍCTIMAS


El pasado domingo 07 de agosto, se celebró en Biescas (Huesca) una Eucaristía en memoria de las víctimas de la riada que arrasó el camping "Las Nieves" y acabó con la vida de 87 personas, el 07 de agosto de 1996 de las cuales 7 de ellas eran ingleses. La celebración que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Jaca, Mons. Julian Ruiz Martorell y concelebrada por parte del clero de esta diócesis, a instancia de Mosén Ricardo Mur, párroco de Biescas, quiso tener un caríz ecuménico y así la Iglesia Anglicana de Zaragoza a través del Equipo Ecuménico Sabiñánigo fue invitada a participar en dicha celebración eucarística y así contó con la presencia y participación en la misma del reverendo Noel Antonio Díaz presbítero de la Iglesia Anglicana. 

Para la ocasión la Coral Santa Elena de Biescas preparó cantos únicos, inéditos e irrepetibles, ya que no volverán a interpretarse nunca más, para el recuerdo reproducimos ahora el canto final:

Junto a Ti, este siete de agosto
unidos queremos recordar
que esta vida simplemente es paso
paso firme hacia la eternidad

Recogidos nos damos la mano
una mano de fraternidad
reunidos en torno a tu mesa
nos has dado una eterna hermandad

Recordamos los que se marcharon
los que vienen y los que aquí están
todos juntos formemos un mundo
de esperanza, de amor y de paz

Cuando al fin nos recoja tu mano
y gocemos todos de tu paz
este agosto será un buen recuerdo
y juntos volveremos a estar


El Diario del AltoAragón en su edición del 08/08/2016 publicaba con referencia a estos cantos:

"La naturaleza siempre va a mandar", cantos inéditos "e irrepetibles"

Coral Santa Elena, autora de las piezas

HUESCA.- Al finalizar la liturgia oficiada por el obispo de Huesca-Jaca, Julián Ruiz Martorell, el párroco de Biescas, Ricardo Mur, explicó a los asistentes que las composiciones para la misa creadas e interpretadas por la Coral Santa Elena de Biescas eran alusivas a la riada, inéditas y, como el acto del 20 aniversario, irrepetibles.

El Canto de Entrada rezaba así: "Tras la tormenta la calma/ después de la guerra, paz/ la muerte lleva a la vida/ la vida, a la eternidad.

Han pasado veinte años/ y en Biescas, hoy nos reunimos/ aquí, delante de San Pedro/ que abre las puertas del cielo.

Ochenta y siete almas/ que vamos a recordar/ hoy a nosotros se unen/ trayendo serenidad, sosiego, fe y esperanza, que dan los años al pasar".

Durante la comunión, dos cantos. El primero: "Nace una flor/ donde un rayo cayó/ canta un grillo/ donde un trueno estalló/ tierra y piedra, resistieron allí/ donde un torrente todo lo arrasó.

El cielo se encapota/ se esconde triste el sol/ el viento se revuelve/ se forma un tormentón/ litros de agua de lluvia/ que corren sin mesura/ formando una corriente/ que es imposible poderla parar.

Veinte años/ son tiempo de rehacer/ lo que el agua, un día se llevó/ vidas nuevas, recuerdos con dolor/ se nos agolpan en el corazón.

Y será un monolito/ el que va a recordar/ que la tierra y la piedra/ nunca van a faltar/ la tierra como madre, la piedra la sostiene/ y en medio vive el hombre/ sujeto siempre a su ley natural".

El segundo tenía la siguiente letra: "1996/ 7 agosto, por la tarde fue/ un cielo que se abre enfadado/ truenos, rayos, torrente en Betés.

Fieras aguas que todo lo arrastran/ dejando muerte y devastación/ una huella que honda subsiste/ de impotencia, desesperación.

Son 87, ni menos, ni más/ cada uno su historia/ digna de escuchar/ son hijos, son madres/ padres, abuelos/ amigos, vecinos/ gente en vacación.

Es Biescas, la que se calla/ no hay palabras con qué hablar/ es Biescas la que recuerda/ hechos son de no olvidar/ Es Biescas, tiene una herida( cada agosto va a sangrar/ el recuerdo, las palabras/ las heridas guardará.

Rosas, siemprevivas, los recordarán/ siempre vivas, rosas, nunca han de olvidar/ la naturaleza, siempre va a mandar/ es el hombre chico en su inmensidad".

En el canto final, el último párrafo sintetizaba el espíritu de la celebración: "Cuando al fin nos recoja tu mano/ y gocemos todos de tu paz/ este agosto será un buen recuerdo y juntos volveremos a estar".

Parte de la intervención del Reverendo Noel A. Díaz





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