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jueves, 21 de abril de 2016

PROYECTO COMÚN DE AYUDA A LOS CRISTIANOS DE SIRIA Y DEL LÍBANO

Publicamos un nuevo trabajo del profesor Dr. Pedro Langa Aguilar,OSA, teólogo y ecumenista que ilustra sobradamente cómo el encuentro entre Francisco y Kirill de La Habana no ha caído en saco roto.

PROYECTO COMÚN DE AYUDA A LOS CRISTIANOS DE SIRIA Y DEL LÍBANO

De izq. a der.: Dr. Halemba, el arzobispo Paolo Pezzi, el patriarca maronita Béchara Boutros Cardenal Raï, O.M.M.(=Orden Maronita Mariamita), el hieromonje Esteban Igoumnov, el higoumeno Arsène (Sokolov), y Peter Humeniuk

La declaración conjunta firmada en La Habana por el papa Francisco y el patriarca ruso Kirill el 12 de febrero de 2016 sigue produciendo copiosos frutos de colaboración y entendimiento, entre los que cabe señalar, aparte el cese de las hostilidades en Siria por parte de Rusia y Estados Unidos, estimables iniciativas de implicación bilateral y apoyo multinacional como la contemplada en el titular de este artículo. 

Las manifestaciones de ayuda ruso-ortodoxa y católico-romana a los cristianos necesitados aludidas en este epígrafe tuvieron lugar los días 6 y 7 de abril de 2016 en el Líbano y en Siria. Como es sabido, la tragedia del Oriente Próximo, cuyas víctimas son los cristianos de diferentes confesiones y de otras poblaciones, así como la necesidad de tomar medidas urgentes para mejorar la situación, centró, en gran medida, el encuentro de La Habana. Su declaración contiene, de hecho, treinta puntos, de los cuales casi la mitad abundan en ese problema. Helos aquí: 
  • 8. «Nuestra atención está dirigida principalmente hacia aquellas regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución. En muchos países de Oriente Medio y África del Norte, se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos. Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos -los santuarios a la profanación; los monumentos a la demolición-. En Siria, Irak y otros países de Oriente Medio observamos con dolor el éxodo masivo de cristianos de la tierra donde nuestra fe comenzó a extenderse, y donde ellos vivían a partir de los tiempos apostólicos, junto con otras comunidades religiosas». 
  • 9. «Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, nos solidarizamos también con los sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas, que se han convertido en víctimas de la guerra civil, el caos y la violencia terrorista». 
  • 10. «En Siria e Irak esta violencia se ha cobrado miles de vidas, dejando sin hogares y medios de vida a millones de personas. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y al terrorismo y al mismo tiempo, a través del diálogo, a contribuir a la pronta obtención de la paz civil. Se requiere una ayuda humanitaria de gran escala para el pueblo que sufre, y para muchos refugiados en los países vecinos. Solicitamos a todos los que pueden, influir en el destino de todos los secuestrados, incluyendo a los Metropolitas de Alepo, Pablo y Juan Ibrahim, capturados en abril de 2013, para hacer todo lo necesario a fin de su pronta liberación». 
  • 11. «Enviamos oraciones a Cristo, Salvador del mundo, sobre el establecimiento en suelo de Oriente Medio de la paz, que es producto de la justicia (Isaías 32, 17), sobre el fortalecimiento de la convivencia fraterna entre diversos pueblos, Iglesias y religiones situados en esta tierra, sobre el regreso de los refugiados a sus casas, sobre la curación de los heridos y el reposo de almas de las víctimas inocentes. Dirigimos a todas las partes que puedan estar involucradas en los conflictos, un ferviente llamamiento para manifestar buena voluntad y llegar a la mesa de negociación. Al mismo tiempo, es necesario que la comunidad internacional haga todos los esfuerzos posibles para poner fin al terrorismo mediante acciones comunes, conjuntas y sincronizadas. Hacemos un llamamiento a todos los países involucrados en la lucha contra el terrorismo, a las acciones responsables y prudentes. Hacemos un llamado a todos los cristianos y a todos los creyentes en Dios para rezar al Señor Creador y Providente que cuida el mundo, que guarde su creación de la destrucción y no permita una nueva guerra mundial». 
  • 13. «En las circunstancias actuales, los líderes religiosos tienen una responsabilidad especial por la educación de su rebaño en el espíritu de respeto por las creencias de aquellos que pertenecen a otras tradiciones religiosas. Los intentos de justificar actos criminales por consignas religiosas son absolutamente inaceptables. Ningún crimen puede ser cometido en el nombre de Dios, “porque Dios es Dios de paz y no de confusión” (1 Corintios 14, 33) ». 
  • 14. «Atestiguando el alto valor de la libertad religiosa, damos gracias a Dios por el renacimiento sin precedentes de la fe cristiana que ahora se lleva a cabo en Rusia y muchos países de Europa del Este, donde por décadas han gobernado regímenes ateos. Hoy en día, las cadenas del ateísmo militante cayeron, y en muchos lugares los cristianos son libres de profesar su fe… Los ortodoxos y los católicos a menudo trabajan hombro con hombro. Ellos defienden la base espiritual común de la sociedad humana, dando testimonio de los valores evangélicos». 
  • 15. « Estamos preocupados por la limitación de los derechos de los cristianos, por no hablar de la discriminación contra ellos, cuando algunas fuerzas políticas, guiadas por la ideología del secularismo que en numerosos casos se vuelve agresivo, tienden a empujarles a los márgenes de la vida pública». 
  • 18. «Las Iglesias cristianas están llamadas a defender exigencias de la justicia, del respeto a las tradiciones nacionales y de la solidaridad efectiva con todos los que sufren». 
Visita de la Delegación ecuménica de la Santa Sede y del Patriarcado de Moscú 

La delegación bilateral Roma-Moscú, de acuerdo con el espíritu que anima los puntos antedichos, se dio cita en el Líbano y en Siria, a fin de realizar en la práctica ciertos aspectos de los acuerdos entre ambas Iglesias. Estaba compuesta por el jefe de la diócesis de la Madre de Dios de Moscú, el arzobispo Paolo Pezzi (Iglesia católica romana), por el secretario del Departamento de Relaciones Exteriores Eclesiásticas Intercristianas del Patriarcado de Moscú, hieromonje Esteban (Igoumnov) y por los representantes de la Fundación «Ayuda a la Iglesia necesitada», Dr. Andrzej Halemba, experto de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» en Oriente Próximo, y Peter Humeniuk, experto de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» en Rusia. 

Durante su estancia en Beirut, visitaron al patriarca maronita Béchara Boutros Raï y al nuncio apostólico en Líbano, arzobispo Giordano Caccia. El higoumeno Arsène (Sokolov), representante del patriarcado de Moscú y de toda la Rusia ante el Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente participó en estos encuentros. La delegación fue luego a Zahleh, importante aglomeración del Valle de la Becá, sito en la frontera entre Siria y el Líbano, donde hay concentrados cerca de 200.000 refugiados que han tenido que huir de una Siria en guerra. Los representantes de la Iglesia ortodoxa rusa y de la Iglesia católica romana visitaron asimismo el campo temporal de los refugiados, donde han sido acogidos igual cristianos que musulmanes. Conversaron con los jefes de las principales comunidades cristianas de esta parte del Líbano, el metropolita Antonio de Zahleh y de Baalbek (Iglesia ortodoxa de Antioquía), y el metropolita Issam Darwish de Fourzol, Zahleh et Beqaa (Iglesia melquita). Acto seguido, los delegados visitaron uno de los comedores organizados por los servicios sociales de la Iglesia, donde diariamente se distribuye comida a refugiados y necesitados. 

Tuvo igualmente lugar en Zahleh un seminario, durante cuya primera parte los representantes de la Iglesia ortodoxa de Antioquía y de la melquita pudieron detallar la situación humanitaria en la región de la Becá así como los esfuerzos emprendidos por las comunidades cristianas locales para ayudar a los refugiados sirios. 

Ya el 7 de abril, al día siguiente, la delegación ortodoxo-católica llegó a Damasco, cuya catedral de la Iglesia ortodoxa de Antioquía visitó. Allí pudieron sus miembros encontrarse con diversos jerarcas. Detallando el proyecto en curso de realización, el hieromonje Esteban (Igoumnov) habló del rol prioritario de la Iglesia ortodoxa de Antioquía en la coordinación del proyecto a nivel local, ya que ella es la comunidad cristiana más importante y la más tradicional de Siria. La Iglesia ortodoxa siria de Antioquía, es denominada también jacobita, sirio-ortodoxa, o siríaca. 

La delegación junto al patriarca ortodoxo siro-jacobita Mar Ignacio Efrén II 

El mismo día, la delegación fue recibida por su santidad el patriarca ortodoxo siro-jacobita Mar Ignacio Efrén II, quien subrayó la importancia de la iniciativa emprendida por el Patriarcado de Moscú y la Santa Sede. Habló de los últimos cambios de la situación en Siria, comprendida la reciente liberación de la villa de Al-Karyatein, cuya mayor parte de los habitantes son fieles de la Iglesia siro-jacobita. Apreció altamente el papel de Rusia en estos acontecimientos y transmitió su gratitud al pueblo ruso. Asimismo, en fin, destacó y elogió su incesante dedicación a la Santa Sede. 

En Siria, la delegación se reunió con un representante del Patriarcado ortodoxo griego de Antioquía y otro del Patriarcado católico griego melquita de Antioquía y de todo el Oriente, pues ambos patriarcas estaban de viaje. Saludó y se entrevistó además, repito, con el patriarca ortodoxo sirio Ignacio Efrén II de Antioquía y todo el Oriente, el Nuncio Apostólico en Siria, Arzobispo Mario Zenari, así como con numerosos otros Obispos. 

La segunda parte del seminario sobre la situación humanitaria herencia de la crisis siria tuvo lugar en Damasco. La reunión, que discurrió en locales del Patriarcado melquita, concitó a representantes de la Iglesia ortodoxa de Antioquía, Iglesia siro-jacobita, Iglesia melquita, Iglesia siro-católica, Iglesia católica armenia, Iglesia maronita, así como al nuncio apostólico en Damasco. Los representantes de las diferentes confesiones cristianas de Siria expusieron la situación en las regiones del país que más han sufrido los zarpazos terroristas, y la experiencia de la ayuda humanitaria destinada a las poblaciones sobrevivientes a esta tragedia. Explicaron que la ayuda organizada para las comunidades cristianas de la región iba destinada a sirios siniestrados independientemente de su pertenencia religiosa; su consigna era que aprovechase lo mismo a cristianos que a musulmanes. 

Los representantes de la Iglesia de Siria constataron que la situación había, por fortuna, mejorado sensiblemente en los últimos tiempos, y se dijeron agradecidos al gobierno ruso por su decisivo papel en la lucha contra el terrorismo y la resolución de la crisis siria. Los participantes del encuentro definieron varios frentes importantes a ser afrontados en orden a su principal objetivo, a saber: la preservación de la presencia cristiana en la región. 

Entre tales metas programadas figuran: la restauración de iglesias y monasterios, tradicionalmente centros de cohesión de las comunidades cristianas; la seguridad para las poblaciones, en particular para los jóvenes, de encontrar un trabajo; y el saneamiento de la infraestructura económica. Los sirios esperan ayuda de la comunidad internacional desde el final de la guerra para ver coronados estos proyectos. Todos constataron que los cristianos rehúsan dejar su tierra natal de Siria, aspiran a volver a sus villas y aldeas tan pronto como sea ello posible. El pueblo sirio, en resumen, se siente pronto a emprender la restauración de la Patria. 

Los componentes del encuentro que refiero subrayaron que es preciso reforzar la coordinación del trabajo humanitario entre las diferentes confesiones cristianas de Siria. Hicieron comprender de igual modo que este encuentro contribuía grandemente a ello. Sus participantes agradecieron a la Iglesia ortodoxa rusa, a la Santa Sede y a la Fundación «Ayuda a la Iglesia Necesitada» por estas manifestaciones. Especial hincapié se hizo en que la entrevista mantenida por su santidad el patriarca Kirill de Moscú y de toda la Rusia y su santidad el papa Francisco de Roma, líderes de las más grandes comunidades cristianas del mundo, así como la declaración conjunta por ambos firmada, habían representado un signo de esperanza para los cristianos del Oriente Próximo, estimulando la cooperación interconfesional en la región. 

Las consultas emprendidas durante el viaje de la delegación católico-ortodoxa en Siria y en el Líbano con las confesiones locales sirvieron de base para la elaboración de proyectos comunes en orden al sostenimiento de los hermanos y hermanas necesitados. Uno de los principales frentes decididos con prioridad inexcusable es, ya digo, la necesidad de establecer una lista detallada de los santuarios cristianos, iglesias y monasterios destruidos durante las operaciones militares en Siria, para registrar los daños, así como la recopilación de testimonios sobre el martirio de cristianos sirios, a fin de conservarlos para la posteridad. Está prevista, en este mismo orden de cosas, una acción conjunta a favor de los niños. El viaje de la delegación católico-ortodoxa, concluyendo, fue un primer paso, el primero. Pero le «seguirán otros». 

En cuanto a la ocasión del viaje, el propio Humeniuk precisó que «el papa Francisco y el patriarca Kirill denunciaron en su declaración, con una sola voz, la persecución de los cristianos y la dramática situación de los cristianos en Oriente Próximo. Este fue uno de los motivos de su histórico encuentro, celebrado en febrero de este año. La Iglesia católica y la ortodoxo rusa en Rusia han seguido el mensaje de sus cabezas visibles y han iniciado pasos para reaccionar conjuntamente al sufrimiento de los cristianos en Oriente Próximo». Esto, pues, salta a la vista y negarlo sería pueril. Conviene por otra parte saber que en Oriente Próximo, el encuentro papal y patriarcal de La Habana fue acogido «positivamente», «con suma atención», y «entendido como una fuerte señal de que las confesiones cristianas deben hablar con una sola voz y hacer frente a la situación de sufrimiento, guerra y persecución». 

Humeniuk desveló al referir los hechos: «Durante el viaje hemos oído una y otra vez que, para muchos cristianos en Oriente Próximo, lo más importante es que los Obispos se queden con ellos y que les interesa más la reconstrucción de lugares eclesiásticos destruidos, en los que se celebra la vida de las comunidades, que la reconstrucción de sus propias casas. El rebaño se quiere reunir en torno a sus pastores. Esto me ha impresionado mucho. Está claro que para reconstruir los edificios se necesitan tantos fondos que no se podrán reunir a corto plazo; pero se reflexiona ya sobre el futuro». El cristianismo internacional tiene aquí la palabra y la generosidad su asiento. 

El Arzobispo de la Madre de Dios en Moscú, Mons. Paolo Pezzi, y a su lado Peter Humeniuk y un clérigo ortodoxo junto a un grupo de niños en Zahleh (Valle de la Becá) 

De organizar el viaje se ocupó la Fundación Pontificia Internacional «Ayuda a la Iglesia Necesitada», organismo muy activo en Oriente Próximo y, a la vez, comprometido desde hace 25 años en pro del diálogo católico y ruso-ortodoxo. El momento, pues, se pintaba solo para esta clase de proyectos. Era la prueba del algodón. Había señalado en 2013 Humeniuk que «los cristianos son hoy el grupo más perseguido en el mundo». Y el Consejo de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europa (COMECE), tampoco se había andado por las ramas matizando: por lo menos el 75% de toda, de cualquier persecución, va hoy contra los cristianos (http://ccatolico.qualinfonet.com.br/ site/?p=2437). Hemos de agradecer por eso la paciente, callada y fructuosa labor de «Ayuda a la Iglesia Necesitada». Solo en 2012 sus bienhechores llegaron a donar 90.789.588 de euros. Desde su cuartel general de Königstein, en Alemania, permitió financiar de esta suerte 5.604 proyectos en 140 países. Un éxito sin paliativos del que los cristianos todos hemos de congratularnos (http://www. korazym. org /6702/piu-di-90-milioni-raccolti-per-la-chiesa-che-soffre-il-rapporto-acs/). Y también el ecumenismo, por supuesto. 

Prof. Dr. Pedro Langa Aguilar, OSA




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