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domingo, 28 de junio de 2015

El Papa no deja nunca de rezar por la unidad de los cristianos


El papa Francisco recibe a la delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla que se encuentra en Roma por la festividad de 
San Pedro y San Pablo


El Papa desea que se multipliquen las ocasiones de encuentro, de intercambio y de colaboración entre fieles católicos y ortodoxos, de forma que, profundizando el conocimiento y la estima recíproca, se consiga superar todo prejuicio e incomprensión, legado de una larga separación, y afrontar, en la verdad pero con espíritu fraterno, las dificultades que existen. Así lo ha asegurado en una audiencia con la delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que se encuentran en Roma como es tradición, para la Solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo.

Tal y como ha señalado el Papa a los presentes, su presencia en las celebraciones de esta fiesta “testimonia una vez más la profunda relación que une las Iglesias hermanas de Roma y de Constantinopla” prefigurada por el vínculo que une a los respectivos santos patronos de las Iglesias, los apóstoles Pedro y Andrés, “hermanos de sangre y en la fe”.

A propósito, Francisco ha recordado la “calurosa acogida” que sitió cuando visitó al Fanar --sede del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla-- en la fiesta de San Andrés, el pasado mes de noviembre cuando viajó a Estambul. Igualmente, ha precisado que “el abrazo de paz intercambiado con Su Santidad (Bartolomé I) fue signo elocuente de esa caridad fraterna que nos anima en el camino de reconciliación y que nos permitirá un día participar juntos en la Mesa eucarística”.

Por otro lado, el Pontífice ha señalado que alcanzar esa meta, “hacia la cual estamos encaminados con confianza”, representa una de sus principales preocupaciones, por la cual no deja nunca de rezar a Dios.

Asimismo, ha querido confirmar su apoyo al “precioso trabajo de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa”. Al respecto ha advertido que los problemas que se encuentren en el camino del diálogo teológico no deben llevar al desaliento o la resignación. El atento examen de cómo se articulan en la vida de la Iglesia el principio de la sinodalidad y el servicio del que preside “ofrecerá una contribución significativa al progreso de las relaciones entre nuestras Iglesias”, ha subrayado el Santo Padre.

Al finalizar, ha agradecido al metropolitano John Zizioulas que participó como relator en la presentación de la encíclica Laudato si’ la semana pasada.



El Papa reza para que la "plena comunión visible" entre ortodoxos y católicos "sea restablecida"

Francisco pide "afrontar, en la verdad, pero con espíritu fraterno, las dificultades que aún existen"

Al recibir con alegría y cordial amistad, el último sábado de junio, a la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que viajó a Roma para participar en la fiesta de San Pedro y San Pablo, Patronos de la Ciudad Eterna, el Papa Francisco les dio su bienvenida afirmando que su presencia en esta celebración testimonia, una vez más, la profunda relación que une a estas dos Iglesias hermanas, que se prefigura en el vínculo que une a los respectivos Santos Patronos, los Apóstoles Pedro y Andrés, hermanos de sangre y en la fe, unidos tanto en el ministerio apostólico como en el martirio.

El Santo Padre recordó con gratitud la calurosa acogida que le reservaron en el Fanar su amado hermano Bartolomé, el clero y los fieles del Patriarcado Ecuménico, con ocasión de la fiesta de San Andrés, el pasado mes de noviembre, de la que dijo:

"La oración ecuménica en la víspera de la fiesta y después la Divina Liturgia en la Iglesia Patriarcal de San Jorge, nos han ofrecido la posibilidad de alabar juntos al Señor y de pedirle de común acuerdo que se acerque el día en que la plena comunión visible entre ortodoxos y católicos sea restablecida".

Tras recordar que el abrazo de paz que se intercambió con Su Santidad fue un signo elocuente de esa caridad fraterna que nos anima en el camino de la reconciliación que nos permitirá, un día, participar juntos en la Mesa Eucarística, Francisco añadió:

"La consecución de semejante meta, hacia la cual estamos encaminados con confianza, representa una de mis principales preocupaciones, por la cual jamás dejo de rezar a Dios. Por tanto, deseo que puedan multiplicarse las ocasiones de encuentro, de intercambio y de colaboración entre los fieles católicos y ortodoxos, de modo que, profundizando el conocimiento y la estima recíprocos, se logre superar todo prejuicio e incomprensión, herencia de la larga separación, y afrontar, en la verdad, pero con espíritu fraterno, las dificultades que aún existen".

Por esta razón el Santo Padre reafirmó su apoyo al valioso trabajo de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa. Además, llamándolos "queridos hermanos", el Papa Francisco les aseguró su oración y la de tantos católicos - mientras se intensifican los preparativos para el Sínodo Pan-Ortodoxo - para que sus esfuerzos den frutos.

A la vez también manifestó que confía en su oración por la Asamblea Ordinaria delSínodo de los Obispos de la Iglesia Católica sobre el tema de la familia, que tendrá lugar en la Ciudad del Vaticano el próximo mes de octubre, y en la que también se espera la participación de un Delegado fraterno del Patriarcado Ecuménico.

Por último, tras agradecer nuevamente su presencia y los sentimientos de cordial cercanía el Papa Bergoglio se despidió con estas palabras:

"Les pido que lleven mi saludo fraterno a Su Santidad el Patriarca Bartolomé y al Santo Sínodo, junto con mi agradecimiento por haber querido enviar dignos representantes para compartir nuestra alegría. Recen por mí y por mi ministerio. Que descienda la paz sobre todos ustedes, los que están unidos a Cristo". (1 P 5,14).



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