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lunes, 29 de septiembre de 2014

XIII SESIÓN PLENARIA DE LA COMISIÓN MIXTA PARA EL DIÁLOGO TEOLÓGICO ENTRE LA IGLESIA CATÓLICA Y LA IGLESIA ORTODOXA (I)

XIII Sesión plenaria de la Comisión mixta para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa.

Un trabajo del Prof. Dr. D. Pedro Langa Aguilar, OSA. Teólogo y ecumenista, que únicamente debido a su extensión será publicado en dos capítulos

Sinodalidad y Primado en la orden del día


Su beatitud Teófilo III flanqueado por los copresidentes de la Comisión Mixta, mientras el metropolita Gennadios de Sásima toma la palabra en calidad de cosecretario ortodoxo ante los miembros de la XIII sesión plenaria ortodoxo-católica de Amán (Jordania)



Del 15 al 23 de septiembre de 2014 ha tenido lugar en Amán (Jordania) la XIII sesión plenaria de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. Hizo esta vez de anfitrión su beatitud Teófilo III, patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén y de toda la Palestina, quien hospedó a los delegados en el Landmark Amman Hotel de la capital jordana. Copresidieron los trabajos el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos, y el metropolita de Pérgamo Juan (Zizioulas), del Patriarcado Ecuménico. Como en otras ocasiones, participaron dos representantes de cada una de las catorce Iglesias ortodoxas autocéfalas y otros tantos de la Iglesia católica. 

Asistieron concretamente veintitrés delegados católicos, así como representantes de las Iglesias ortodoxas de Constantinopla, Alejandría, Antioquía, Jerusalén, Rusia, Georgia, Rumanía, Chipre, Grecia, Polonia, Albania, Tierras checas y de Eslovaquia. En cuanto a los cardenales del organismo, asistió sólo el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Leonardo Sandri. Parece que también faltó a la cita la delegación de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria. Al frente de la rusa estuvo el metropolita Hilarión de Volokolamsk, presidente del departamento para las relaciones eclesiásticas exteriores del Patriarcado de Moscú (DREE), acompañado por el secretario del DREE para las relaciones intercristianas, higumeno Esteban (Igoumnov), y por el sacerdote Alexis Dikarev, empleado del DREE. 

La Comisión Mixta lleva celebradas 13 sesiones plenarias: I: Patmos (1980); II: Múnich (1982); III: Creta (1984); IV: Bari (1986/87); V: Valamo (1988); VI: Freising (1990); VII: Balamand (1993); VIII: Baltimore (2000); IX: Belgrado (2006); X: Rávena (2007); XI: Pafos (2009); XII: Viena (2010); y XIII: Amán (2014). Sufrió un parón considerable en Baltimore (2000), pero gracias a los buenos oficios, oración, y valimiento de la suprema instancia en ambas partes, es decir, a Benedicto XVI y Bartolomé I, aquello se desatascó y la Comisión pudo así reanudar la marcha en Belgrado (2006). Desde entonces a esta parte, se viene afrontando el primado del Papa, argumento de cuyo correcto análisis dependerá la buena marcha ecuménica en el futuro. Es de agradecer el papel desempeñado al respecto por el cardenal Walter Kasper, copresidente desde 2001 hasta 2010, uno de los más grandes teólogos actuales de la Iglesia católica, y por el todavía copresidente ortodoxo metropolita Ioannis Zizioulas, el más eminente teólogo ortodoxo vivo. 

Las 14 Iglesias ortodoxas autocéfalas son en la actualidad: 

Ya el día 15 los rusos aprovecharon para visitar monumentos de Petra, sur de Jordania; rezar en los muros de la catedral de la ciudad antigua, dedicada al profeta Aarón; así como en las ruinas de la iglesia de la Madre de Dios, que datan del siglo V. Saludaron por allí a numerosos representantes de las otras Iglesias ortodoxas locales también llegados horas antes a la capital jordana. El primer día de trabajos propiamente dicho, 16 de septiembre, católicos y ortodoxos, como acostumbra, se reunieron por separado para elaborar una postura común sobre el borrador «Sinodalidad y Primado». Durante la discusión entre los ortodoxos, Hilarión presentó el punto de vista de la Iglesia ortodoxa rusa, apoyado en «La postura del Patriarcado de Moscú sobre la cuestión del primado en la Iglesia universal», documento adoptado el 25 de diciembre de 2013 por el Santo Sínodo en Moscú. 

El día 17 fue la apertura oficial en la sala de conferencias, no lejos del sitio del Bautismo. Teófilo III deseó a la asamblea fructuosas jornadas a la espera de una buena comprensión mutua. Los copresidentes a su vez le agradecieron el caluroso recibimiento destacando el sentido profundamente simbólico de que la sesión plenaria se abriera precisamente sobre los lugares del Bautismo de Cristo. Por la tarde abrió sus puertas en Amán la cumbre, centrada en «Sinodalidad y Primado», documento del Comité coordinador de la Comisión a lo largo de dos reuniones habidas en Roma (2011) y París (2012). El tema venía de la XII sesión plenaria celebrada en Viena (2010), donde se afrontó «Las consecuencias eclesiológicas y canónicas de la naturaleza sacramental de la Iglesia. La comunión eclesial, conciliaridad y autoridad» (Rávena: 13/10/2007), último documento de la Comisión. 

El estudio de la relación teológica y eclesiológica entre primado y sinodalidad en la vida de la Iglesia en ámbito local, regional y universal quería ser referente para afrontar más tarde el crucial papel del obispo de Roma en la Iglesia universal. La XIII sesión de Amán tenía, pues, ante sí el reto de evaluar si el borrador reflejaba el actual consenso en esta delicada materia o si sería preciso seguir profundizando. Como el texto suscitó críticas de fondo, la Comisión decidió elaborar un nuevo proyecto propuesto luego a la discusión de la asamblea plenaria. Formado por miembros de la Comisión, el grupo de redactores preparó el nuevo borrador titulado «Sobre la vía de una comprensión común de la conciliaridad y del primado en la Iglesia durante el primer milenio». Tras largas discusiones, y en vista de serias divergencias residuales, se recomendó reelaborar el texto por el Comité coordinador de la Comisión Mixta que será convocado en 2015. 

Durante las discusiones, Hilarión subrayó que Rávena no respondía a la unanimidad de las Iglesias ortodoxas, en la medida que su documento había sido adoptado mientras estaban ausentes los representantes rusos, cuyas críticas al texto, expresadas durante la elaboración, habían sido ignoradas. El representante de la Iglesia ortodoxa de Georgia, metropolita Teodoro, declaró, por su parte, que la Iglesia georgiana rechazaba el documento de Rávena. Pero lo que Hilarión desde luego no dijo es que dichas críticas responden a viejas desavenencias entre Moscú y Constantinopla y, a la postre, las demás Iglesias ortodoxas autocéfalas. Fruto de lo cual fue ya en 2007 su intemperante portazo a la Comisión y sus desabridos modos –nada elegantes ni ecuménicos, por cierto- con que él mismo se retiró de Rávena cuando la Comisión le suplicó acceder a un más que posible entendimiento. La paciencia en ecumenismo es fundamental, pero con actitudes así se vuelve inviable. Es por eso de temer que el próximo Santo y Gran Concilio panortodoxo de 2016 nos depare al respecto divertidas sorpresas en el seno de la Ortodoxia. Y si no, al tiempo. 

Por otra parte, la XIII sesión compartió momentos de oración con las comunidades cristianas locales testimoniando su cercanía a cuantos sufren por los conflictos actuales en la región. El sábado 20 de septiembre sus componentes acudieron a la celebración de la Eucaristía en la parroquia de Nuestra Señora de Nazareth (Amán), presidida por el cardenal Kurt Koch. Durante su homilía –precisa la nota de Radio Vaticano-- el purpurado dijo que «los cristianos están ya unidos de muchas formas y sobre todo en el martirio de nuestros hermanos y hermanas pertenecientes a distintas Iglesias y comuniones eclesiales». El domingo, 21, tocó asistir a la Divina Liturgia celebrada en una iglesia ortodoxa, también de Amán. ¿Hasta cuándo seguiremos así? ¿Cuándo sonará la hora de la intercomunión? 

El diálogo para eliminar los obstáculos teológicos que impiden la plena comunión entre católicos y ortodoxos, pues, avanza despacio, sí, pero no se detiene, pese a rémoras como la que acabo de citar. Después de Viena-2010, se trataba de retomar el frágil recorrido de una consulta en la que sus miembros andan comprometidos desde hace 8 años. El objetivo esta vez era verificar si existe alguna modalidad del ejercicio del primado de Roma que pueda ser aceptada por los ortodoxos. El acuerdo total se antoja todavía lejano. Mientras, algunas cosas importantes han cambiado en los últimos cuatro años: en Roma, por ejemplo, está Francisco. Y la Ortodoxia se propone abrir en 2016 el Santo y Gran Concilio panortodoxo, al fin convocado, aunque ya veremos qué da de sí. 

En Amán se ha examinado «Sinodalidad y Primado», que, por lo menos según los redactores, habría debido «ofrecer el marco de referencia para estudiar la crucial cuestión del papel del obispo de Roma en la Iglesia universal». Pocas páginas tenía, la verdad. No obstante, desarrollaba puntos centrales de Rávena. Esta vez se ha preferido analizar el asunto con carácter puramente teológico, dejados aparte, pues, argumentos histórico-patrísticos que en su día llevaron al empantanamiento (mayormente debido a objeciones expresadas por los ortodoxos) en la discusión del texto de trabajo propuesto en las reuniones anteriores de Chipre (2009) y Viena (2010). Sinodalidad y primado en la Iglesia se ha visto así a la luz de la Trinidad misma, donde la unidad de la naturaleza divina es común a tres Personas. Ya Rávena indicaba, citando a san Basilio, que en la Iglesia la sinodalidad «refleja el misterio trinitario y tiene su último fundamento en tal misterio». Amán no ha hecho sino verificar otra vez si hay consenso de fondo por lo menos en cuanto a los términos teológicos delineados en Rávena, o si es preciso trabajar sin prisa sobre sus «preliminares», a la espera de tiempos mejores (de mayor madurez) para hallar un punto común. 

El resultado ha sido nuevas dilaciones. ¿Hasta cuándo? No hace mucho el metropolita Zizioulas denunciaba que el riesgo de «autoemarginación» que corre hoy la cristiandad ortodoxa está vinculado «a esa autocomplacencia narcisista que lleva a estériles contraposiciones» cuando lo que se necesita, en cambio, es un diálogo ecuménico con la cultura del tiempo, análogo al que realizaron en los primeros siglos los Padres de la Iglesia. A lo mejor así, conseguimos pasar de las palabras a los hechos. Algunos ortodoxos amigos de poner trabas, por tanto, harían bien en meditar este punto de vista de su eminencia Zizioulas.

Su eminencia Ioannis (Zizioulas), metropolita de Pérgamo y copresidente de la Comisión Mixta ortodoxo-católica para el diálogo teológico moderando en Ammán los trabajos preparatorios de los miembros ortodoxos de la XIII sesión plenaria de dicha Comisión (16-9-2014)


Prof. Dr. Pedro Langa Aguilar, OSA
Teólogo y Ecumenista
29 / 09 / 2014








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